El freestyle es una modalidad del esquí donde se combina la habilidad, la espontaneidad y creatividad de los esquiadores. Incluye la realización de trucos, que son piruetas, saltos y tirabuzones, entre otros. El rider usa obstáculos construidos tales como barandas, saltos y cajones.
Estos elementos son juzgados para determinar el vencedor de la prueba. Las características del freestyle varían, en mayor parte, en función de la disciplina que se practica. En las competencias existe un jurado conformado por jueces que puntúan por la originalidad, calidad y amplitud de los trucos.