El esquí de montaña es una variante de los deportes de invierno que se incorpora en 2018 a la plantilla de disciplinas de los Juegos Nacionales de Invierno. Consiste en el ascenso y descenso de montañas prescindiendo por completo de cualquier elemento de propulsión mecánica.

Quienes practican este deporte deben contar con una amplia variedad de aptitudes deportivas ya que deben ascender con los esquíes colocados, necesitan contar con habilidad para el desplazamiento por terrenos llanos y deben realizar descensos sobre todo tipo de nieves y pendientes de diversos niveles de dificultad.

Es la fusión del esquí y el alpinismo la que convierte a este deporte, en el elegido por los amantes de la montaña, porque les permite continuar avanzando sobre sus diversas topografías cuando la nieve ya se encuentra cubriéndolas total o parcialmente.

Sus orígenes se remontan a 1893, en Alemania y en 1924 se lo incluye como parte de la plantilla de disciplinas deportivas de los Juegos Olímpicos de Inverno celebrados en Francia (ciudad de Chamonix).